Antes de solicitar este instrumento financiero, es importante conocer qué tipos existen y cuáles son sus implicaciones.
Una hipoteca es un contrato a través del cual un deudor deja como garantía un bien, generalmente inmueble, a quien le hace un préstamo (acreedor).
Por lo cual, si el deudor no cumple con sus obligaciones de pago, el acreedor tendrá el derecho de solicitar la venta del inmueble para así poder cobrar lo que le deben.
Este tipo de acuerdo se suele utilizar para obtener financiamiento a mediano o largo plazo y se compone de tres elementos principales: el capital (monto del dinero que se prestara), la tasa de interés sobre la deuda y el plazo en el que se espera que quede saldado este compromiso.
Los recursos solicitados se pueden emplear para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda, así como la adquisición de establecimientos, oficinas o locales comerciales.
También se puede hacer uso del dinero “para fines generales”, es decir, en lo que se prefiera invertir.
Hay que recordar que en cualquier caso siempre se le solicitará al deudor pagar una cuota inicial para poder recibir el préstamo, ya que ninguna entidad hace el desembolso del 100 % de los recursos.
Tipos de hipotecas
Antes de adquirir este instrumento financiero, ya sea para comprar vivienda o adquirir un préstamo para libre inversión, es importante conocer de antemano los tipos de hipoteca que ofrecen las entidades bancarias y qué implicaciones tiene.
En Colombia existen cuatro clases: la cerrada, la abierta con límite de cuantía, la abierta sin límite de cuantía y la hipoteca cerrada.
La hipoteca cerrada es un tipo de acuerdo en el que se ofrecen las tasas de interés más bajas, pero en un plazo de hasta 25 o 30 años. Su característica principal es que garantiza sólo una obligación acordada entre ambas partes.
En el caso de la hipoteca abierta con límite de cuantía se establecen tasas de interés más elevadas, pero ofreciendo límites de pago de 6 a 12 meses.
Ahora, a diferencia de las dos anteriores, con la abierta sin límite de cuantía, se puede ampliar, no solo el valor, sino también en el plazo determinado para pagar esta obligación.
Recomendaciones para pagarla más rápido
Antes que nada, hay que tener presente que, según lo estipulado en los artículos 2439 y 2440 del Código Civil, para poder hipotecar una casa en Colombia es necesario ser dueño del bien inmueble.
Además, es importante recordar que la Ley de Vivienda (Ley 546 de 1999) señala que al adquirir este instrumento financiero este no puede superar el 30 % de los ingresos familiares.
Con eso claro, estas son algunas recomendaciones de los expertos para cumplir con los pagos de manera ágil y evitar dolores de cabeza:
– Pague a tiempo todas sus obligaciones. Atrasarse no solo puede generar un aumento en los intereses de la deuda, sino que también lo expone a ser reportado en las centrales de riesgos.
– No se sobre endeude. Tener muchas deudas puede ocasionar que su flujo de caja disminuya, y en caso de querer pagar un préstamo más rápido, no va a contar con los recursos suficientes para hacerlo.
– Realice abonos a su préstamo. Si cuenta con un ahorro o recibe algún dinero extra, puede utilizar estos ingresos para abonarlo al capital de su hipoteca y disminuir la deuda.
– Si observa que han bajado las tasas de interés, opte por una compra de cartera que le permita bajar la tasa de interés del préstamo.
Fuente: Portafolio